
Purga de Tabaco
El tabaco es una de las plantas maestras más veneradas y utilizadas en la Amazonía. Reconocido como el padre y protector del mundo vegetal, el tabaco desempeña un papel fundamental en las prácticas de sanación chamánica. Los curanderos lo utilizan no solo como medicina, sino también como aliado espiritual, aportando fuerza, guía y protección a quienes lo trabajan.
Propósito de la Purga
La purga de tabaco es una ceremonia de limpieza que nos prepara para trabajar con Ayahuasca. A diferencia de la Ayahuasca, esta no es una experiencia psicodélica. Es un proceso de limpieza física y energética que actúa en múltiples niveles:
-Físico: elimina toxinas, mucosidad y energías estancadas mediante el vómito.
-Emocional y Mental: ayuda a liberar emociones pesadas, hábitos destructivos y patrones de pensamiento repetitivos.
-Energético y Espiritual: Elimina bloqueos, restaura la alineación y fortalece el campo energético protector.
La Purga
Se prepara un té fuerte con hojas frescas de tabaco. El participante bebe esta infusión, seguida de varios litros de agua para ayudar a limpiar el sistema. En poco tiempo, comienza la purga (vómitos) y el proceso termina en 30 minutos. La intensidad de la purga puede variar, pero sus efectos son siempre purificadores y restauradores.
Durante el proceso, los participantes reciben la guía y el apoyo del curandero, quien garantiza la seguridad y ayuda a dirigir la energía de la purga con ícaros (cantos medicinales). Algunas personas con mayor sensibilidad también pueden experimentar visiones sutiles o una sensación de comunicación directa con el espíritu del tabaco. Después de la purga, los participantes pueden sentirse mareados y relajados. Después de 2 horas, pueden tomar payaya o caldo de verduras. Por la noche, los sueños pueden ser más vívidos. Una purga de tabaco antes de una ceremonia de Ayahuasca permite una conexión más profunda y suave con la medicina.